Glosario de Lingüística, por Silvia Peinado

Acronimia
Término perteneciente al campo de la lexicología.
La acronimia es un el proceso para formar palabras a partir del empleo de sílabas de los términos que forman dicha palabra. Etimológicamente, esta palabra está formada por las voces griegas ἄκρος (extremo), y ὄνομα (nombre), por lo que su sentido estricto sería el de “palabra formada con extremos de otras”.
Esta unidad se lexicaliza por completo y se usa como si de un sustantivo al uso se tratara. Por ejemplo, tenemos la palabra Renfe, constituida a partir de “Red Nacional de Ferrocarriles Españoles”, o sida, que viene de “síndrome de inmuno-deficiencia adquirida”.
Bibliografía:
– http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=acrónimo (definición en el diccionario de la Real Academia de la Lengua online)
– ALCARAZ VARÓ, Enrique y MARTÍNEZ LINARES, María Antonia (1997): Diccionario de lingüística moderna, Barcelona: Ariel, 1997.
– CARDONA, Giorgio Raimundo (1988): Diccionario de lingüística, Barcelona: Ariel, 1991.

Actante
Este término se emplea fundamentalmente en las gramáticas de dependencias o de valencias, aunque también fue introducido por Greimas en la narratología, pero con un sentido ligeramente diferente.
El actante es un término utilizado principalmente por Lucien Tesnière para designar el objeto que participa de una manera activa o pasiva en el proceso expresado por el verbo. Para Tesnière, una oración es un pequeño drama en el que se distinguen un proceso, unos actores y unas circunstancias, que él identifica con un verbo, unos actantes y unos circunstantes. Centrándonos en los actantes, que es la parte que nos ocupa, diremos de ellos que son siempre sustantivos o palabras sustantivadas y están subordinados al verbo. Como los actantes pueden desempeñar diferentes funciones sintácticas, Tesnière propone un orden para cada uno de ellos, de manera que habrá un actante primario (que funcionará como sujeto), un actante secundario (el complemento directo) y un actante terciario (complemento indirecto). Para que esto sea más comprensible, pondremos un ejemplo: Pedro vende vino a Luis. En esta oración vemos tres actantes, Pedro (actante primario, pues el que realiza la acción, el sujeto), el vino (actante secundario, pues es el complemento del verbo) y Luis (actante terciario, pues es el complemento indirecto).
Bibliografía:
– ALCARAZ VARÓ, Enrique y MARTÍNEZ LINARES, María Antonia (1997): Diccionario de lingüística moderna, Barcelona: Ariel, 1997.
– CARDONA, Giorgio Raimundo (1988): Diccionario de lingüística, Barcelona: Ariel, 1991.
– LEWANDOWSKI, Theodor (1982): Diccionario de lingüística. Trad. de Mª Luz García Navarro y Enrique Bernárdez. Madrid: Cátedra, 1982.
– POTTIER, Bernard (ed.): El lenguaje: diccionario de lingüística. Bilbao: Mensajero, 1985.

Cortesía lingüística
El estudio de este concepto podríamos incluirlo dentro del ámbito de la sociolingüística o del análisis conversacional.
La cortesía lingüística es el conjunto de estrategias que regula cualquier intercambio lingüístico entre varios interlocutores. Ésta está relacionada con la distancia social entre ambos, que debe quedar marcada en el lenguaje. Los interlocutores son conscientes de su propia situación y de la distancia con la situación del otro, de manera que deben modular su discurso dependiendo de cuál sea dicha situación social, de a quien se vayan a dirigir, del ambiente en el que se encuentren y de diferentes factores externos.
Bibliografía:
– ALCARAZ VARÓ, Enrique y MARTÍNEZ LINARES, María Antonia (1997): Diccionario de lingüística moderna, Barcelona: Ariel, 1997.
– CARDONA, Giorgio Raimundo (1988): Diccionario de lingüística, Barcelona: Ariel, 1991.

Neologismo
Los neologismos pertenecen al campo de la morfología, más específicamente, los podríamos incluir en la creación léxica.
El neologismo designa una expresión que no siempre ha existido en una lengua, sino que es de reciente creación o que ha sido tomada de otra lengua no hace mucho tiempo. Actualmente estamos viviendo una época de abundantes neologismos, pues la sociedad en la que vivimos sufre una serie de cambios y la lengua se debe adaptar a ellos, de ahí que se deba ampliar el vocabulario de campos como el de la informática con nuevas palabras que designen realidades que antes no teníamos.
Dentro de la creación de palabras por neología, encontramos dos grandes apartados; por una parte la neología léxica, que se encarga de formar nuevas unidades léxicas utilizando los recursos propios de cada lengua, de los que destacamos la derivación (alunizar), la composición (picapedrero) y la parasíntesis. Por otra parte, tenemos la neología semántica, que es la que da nuevos sentidos a palabras ya existentes, como por ejemplo la palabra “ratón”, ya no sólo es un ratón, sino que designa también a una parte del ordenador.
Bibliografía:
– ALCARAZ VARÓ, Enrique y MARTÍNEZ LINARES, María Antonia (1997): Diccionario de lingüística moderna, Barcelona: Ariel, 1997.
– LEWANDOWSKI, Theodor (1982): Diccionario de lingüística. Trad. de Mª Luz García Navarro y Enrique Bernárdez. Madrid: Cátedra, 1982.
– POTTIER, Bernard (ed.): El lenguaje: diccionario de lingüística. Bilbao: Mensajero, 1985.

Rema
Este término viene del griego ρήμα que ya Aristóteles lo contraponía al όνομα, el nombre, diviendo la oración en dos partes, sujeto y predicado, όνομα y ρήμα. De esta manera, el rema es la información que se da sobre el όνομα, llamado tema, pero la pareja tema-rema no se corresponden exactamente con los conceptos de sujeto y de predicado, pues no son tanto denominaciones sintácticas, sino que están relacionados con la intencionalidad comunicativa.
Bibliografía:
– CARDONA, Giorgio Raimundo (1988): Diccionario de lingüística, Barcelona: Ariel, 1991.
– LEWANDOWSKI, Theodor (1982): Diccionario de lingüística. Trad. de Mª Luz García Navarro y Enrique Bernárdez. Madrid: Cátedra, 1982.

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